martes, 21 de abril de 2009


Me abro la carne, y sí, pueden salir palabras. No me pagarán por ellas, no valen más que lo que vale mi carne abierta.
Me abro la carne y muerdo, y puedo sentir todo lo que no sentirás jamás. Lo que ni siquiera sabrás que existe. Coágulos latiéndome con furia.
No, no lo sentirás jamás.


Es la vida antes de la vida. Saber destrozado lo que creímos irrompible. Paredes de cartón mojado; los pies en el barro.

Cierro los ojos;
te abro la carne, y muerdo.

No hay comentarios: